B) Instituciones Sociales.

Grupos Socioeconómicos.

Estamos ante una sociedad donde la propiedad es estamental, es decir los bienes de producción recaen en la sociedad alta, denominada jassa.

Clase alta:

Así, la categoría social situada en la parte más alta de la pirámide social era la jassa o aristocracia, que se hallaba integrada por los patricios de linaje árabe, normalmente terratenientes y jefes del ejército, en buena medida parientes de la propia familia reinante de los omeyas, que ocuparon habitualmente una posición superior en el plano social y militar de al-Andalus. Integraban asimismo la aristocracia el círculo de grandes dignatarios de la administración central, entre los que se incluían aristócratas árabes, funcionarios esclavones e incluso ciertos ciudadanos de origen beréber que habían accedido a puestos elevados en el Estado con el apoyo del califa. Es precisamente en el siglo X, y sobre todo en el período de la “suplantación amirí”, cuando se produce el ascenso de esclavos y libertos a una “nobleza de servicio” en la que ya no predomina la pertenencia a una determinada tribu preponderante o a un linaje destacado, como en el caso de la nobleza de sangre.

En los textos históricos de época califal aparecen mencionadas unas categorías de notables (ayan) que viven en aglomeraciones urbanas. A este grupo pertenecen los alfaquíes u hombres de religión y de leyes, que pueden llegar a posiciones políticas y sociales influyentes; los intelectuales que dependen de los personajes de la aristocracia; los mercaderes acomodados; los profesionales –como médicos- de significación; los jefes con mando intermedio en el ejército; algunos artesanos de las industrias especializadas; los pequeños funcionarios, los magistrados subalternos y los judíos y cristianos que ejercen funciones financieras y comerciales.

Clase media:

La categoría inferior de los miembros libres de la sociedad urbana andalusí estaba formada por la masa o amma, turbulenta y dispuesta a la revuelta y a menudo menospreciada por los cronistas andalusíes. En tiempos de los omeyas, la amma se componía casi exclusivamente de artesanos y jornaleros –beréberes, muladíes y libertos-, soldados y cierta población flotante proveniente del medio rural y de judíos y mozárabes de igual condición que llevaban una vida miserable. Sobre ellos recae la presión fiscal y la desconfianza del poder, que alterna la represión con las medidas demagógicas. Los artesanos, entre los que se distinguen maestros, obreros especializados y aprendices, están agrupados en corporaciones, así como los fabricantes y mercaderes urbanos. Cada corporación acepta la autoridad de una persona (amín), designada por el al-mutazim para representar al gremio ante el poder civil y que se hace responsable de las infracciones cometidas por los miembros de su corporación.

En lo que concierne al medio rural, la situación es poco conocida. Los escasos textos andalusíes dejan entrever al menos hasta el siglo X la precaria existencia de los campesinos adscritos a la tierra (amir), semejantes a los siervos de época visigótica, y de colonos (sarik) ligados a los terratenientes que vivían en la ciudad mediante un contrato de aparcería según el cual sólo podían conservar para su sustento y el de sus familias una pequeña parte de la cosecha, y que además estaban sujetos a la obligación del diezmo, debido al fisco sobre los productos de la tierra, y del reclutamiento.

Clase baja

Además de los hombres libres, la sociedad hispanomusulmana incluía una importante proporción de esclavos de ambos sexos, blancos y negros, como ya indicábamos anteriormente. Las esclavas se integraban rápidamente en la familia, sobre todo si tenían la suerte de dar uno o dos hijos al amo. Aún después de manumitidas, seguían unidas al mismo círculo familiar. Los hombres de condición servil trabajaban a menudo en el campo, donde llevaban la misma vida que los campesinos nacidos libres. Los cautivos solían proceder de las expediciones contra los reinos cristianos, sobre todo en época de Almanzor, normalmente personas que no habían podido ser rescatadas por su familia. Mozárabes y judíos –aunque entre estos últimos estaba mal visto- podían poseer esclavos. Los esclavos se convertían generalmente al Islam, lo que les permitía aspirar a ser manumitidos por sus amos. Algunos constituían las guardias privadas de los soberanos, como la guardia eslava o la guardia negra, con lo que gozaban de una situación envidiable. Otros podían prosperar al servicio de la administración omeya –tal es el caso de muchos eunucos.

Diferenciada de los esclavos había otra categoría social, la de los mawali (plural de mawla, en castellano maulas), es decir, los individuos sobre quienes su dueño ejercía un derecho de patronazgo (wala), por haberles manumitido, mediante una disposición testamentaria, ingresando en la condición de libertos, con mayores posibilidades en lo que respecta a la formación de un patrimonio propio y, por supuesto, también con la consecuencia de un ascenso social. El liberto continuaba ligado a su antiguo amo o a sus herederos por lazos casi familiares, que conllevaban ciertas obligaciones a cambio del derecho de protección moral (LEVI-PROVENÇAL). Al transmitirse el wala de padres a hijos, los mawali constituían, al final del califato, una categoría social numerosa. Era muy difícil averiguar su origen ya que adoptaban el patronímico y hasta el nombre étnico de sus amos.

Con los datos anteriores podemos decir que estamos ante una sociedad preindustrial, debido a que la propiedad estaba en manos de un grupo social, jassa, es decir era una propiedad estamental, esta propiedad era transmitida de padres a hijos, de generación en generación, la estructura del trabajo rea simple unos trabajaban para pagar tributos a sus amos y estos a cambio le ofrecía su protección con su ejercito y su castillo. En el caso que nos ocupa estamos ante una agricultura de subsistencia, donde los productos sobrantes eran vendidos para conseguir dinero con el que pagar los tributos y medios para subsistir.

Grupos Consanguíneos.

En esta sociedad predominaba la familia extensa donde en todas las clases sociales estaba bien delimitado el papel de cada sujeto en base a su género y su clase social a la que pertenecía o lo que es lo mismo si vinculación de sangre o linaje, manteniéndose la propiedad estamental.

Relación de los Grupos Socioeconómicos y Grupos Consanguíneos.

En la sociedad que nos ocupa se daba una relación de servidumbre entre aquellos que poseía los bienes jassa por divinidad religiosa y aquellos que estaban a su servicio anma y amir.

Estamos ante una estructura social cerrada donde los medios de producción estaba en manos de unos pocos y no existe un movilidad entre los diferentes estratos sociales.

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