D) Medio Cultural.

Fenómeno Religioso.

Las conquistas en el este de Africa, las ciudades de Túnez, Qayrawan y Mahdiyya (la antigua capital fatimí) y de la costa norteafricana hacia el este, hasta la altura de Trípoli y los problemas internos derivados de la consolidación de tan grande territorio, impidieron a los almohades preocuparse más profundamente de los asuntos de al-Andalus hasta 1171. Con la conquista del reino de Valencia y Murcia un año más tarde los almohades habían conseguido restaurar el imperio español de los almorávides. Los almohades prosiguieron y desarrollaron la labor de sus predecesores en suelo andaluz. Córdoba mantuvo su fama de ciudad consagrada al estudio. Sevilla alcanzó su máximo apogeo cuando los almohades la convirtieron en su residencia española preferida y la dotaron de numerosos edificios religiosos y civiles.

La guerra santa (yihad) se reanudó en tiempos de los almohades, que en 1195 lograron una importante victoria sobre los castellanos con ayuda de los leoneses (entonces ambos reinos se hallaban separados), en Alarcos, no lejos de Calatrava. Sin embargo, aunque los almohades explotaron parcialmente esa victoria durante los últimos años del siglo XII y principios del XIII, carecieron al parecer de los recursos necesarios para realizar un cambio fundamental en el equilibrio de fuerzas entre la España cristiana y al-Andalus. Los cristianos, por otra parte, fueron espoleados a una mayor actividad por este revés, que se produjo precisamente en el momento en el que pensaban que la Reconquista iba haciendo poco a poco progresos. Los obispos y arzobispos jugaron un papel importante en la suavización de las diferencias entre los monarcas cristianos, en el arreglo de las disputas y en la superación de las mutuas desconfianzas. Se predicó la cruzada por el Papa Inocencio III (1211), lo cual permitió a los cristianos peninsulares contar con muchos refuerzos.

Fenómeno Artístico.

Durante la dominación almohade al-Andalus vivió una época de indudable progreso desde el punto de vista económico. La cultura y las artes tomaron un nuevo impulso. Los estudios filosóficos resurgieron en al-Andalus de la mano de Averroes y de Abentofail. La obra más conocida del arte almohade es la Giralda de Sevilla.

Arte

El arte almorávide está caracterizado en una primera época, que abarca la segunda mitad del siglo XI, por la sobriedad constructiva, determinada por el austero ascetismo religioso y la función militar propia de la unificación de las guerras religiosas. Se abandona la columna en favor del pilar y los elementos ornamentales se reducen a líneas sobrias y claras

El retorno a la austeridad más extrema, el arte almohade (1130-1269) va a continuar la estela almorávide consolidando y profundizando sus tipologías y motivos ornamentales. Va a construir con los mismos materiales: ladrillo, yeso, argamasa y madera. Y, va a mantener como soporte el pilar y los arcos empleados en el período anterior.

Arquitectura

El soporte preferido será el pilar en sustitución de la columna. Adoptan el arco de herradura y lobulado a los que añaden arcos de herradura apuntados, lobulados trebolados, mixtilíneos y de lambrequines, formados estos últimos por pequeñas curvas, angulos rectos y claves pinjantes.

La arquitecura militar experimenta un enriquecimiento tipólogico y un perfeccionamiento de su eficacia defensiva de gran trascendencia, incluso, para el ámbito cristiano. Aparecen complejas puertas en recodo para que los atacantes al avanzar dejen uno de sus flancos al descubierto; torres poligonales para desviar el ángulo de tiro; torres albarranas separadas del recinto murado pero unido a él en la parte superior mediante un arco superior y cuya proyección hace que aumente su eficacia defensiva respecto a una torre normal; muros corachas que discurren perpendiculares al recinto murado al objeto de proteger una toma de agua, una puerta y evitar el cerco completo; así como barbacanas o antemuros

Cultura

Averroes

Averroes, latinización del nombre árabe Ibn Rushd es el nombre por el que se conoce en la tradición occidental a Abū l-Walīd Muhammad ibn Ahmad ibn Muhammad ibn Rushd (en árabe أبو الوليد محمد بن أحمد بن محمد بن رشد)(Córdoba, Al-Andalus, 1126 - Marrakech, 10 de diciembre de 1198).

Fue un filósofo y médico andalusí, maestro de filosofía y leyes islámicas, matemáticas y medicina. Nació en Córdoba, España y murió en Marruecos. Su nombre también puede encontrarse transliterado como Averroës o Averrhoës.

Averroes proviene de una familia de estudiosos del derecho. Su abuelo fue juez principal de Córdoba bajo el régimen de los almorávides. Su padre mantuvo la misma posición hasta la llegada de la dinastía almohade en 1146. El propio Averroes fue nombrado Cadí de Sevilla sirviendo en las cortes de Sevilla, Córdoba y Marruecos durante su carrera.

Escribió comentarios sobre la obra de Aristóteles (de ahí que fuera conocido como El Comentador) y elaboró una enciclopedia médica. Jacob Anatoli tradujo sus obras del árabe al hebreo en los años 1200. Sus escritos influyeron en el pensamiento cristiano de la Edad Media y el Renacimiento. En su más importante obra La incoherencia del incoherente (Tahafut al-tahafut), defiende la filosofía aristotélica frente a las afirmaciones de Al-Ghazali de que la filosofía estaría en contradicción contra de la religión y sería por lo tanto una afrenta a las enseñanzas del islam.

A finales del siglo XII una ola de fanatismo invade Al Andalus después de la conquista de los Almohades y es desterrado y aislado en la ciudad de Lucena, cerca de Córdoba, prohibiéndose sus obras. Meses antes de su muerte, sin embargo, fue revindicado y llamado a la corte en Marruecos. Muchas de sus obras de lógica y metafísica se han perdido definitivamente como consecuencia de la censura. Gran parte de su obra sólo ha podido sobrevivir a través de traducciones en hebreo y latín, y no en su original árabe.

Abentofail

Abentofail (Abu Bakr Muhammad ibn Abd al-Malik ibn Muhammad ibn Tufail al-Qaisi al-Andalusi, بكر محمد بن عبد الملك بن محمد بن طفيل القيسي الأندلسي ), también conocido como Aben Thofail, Abentofail, Ibn Tufayl o Ibn Tufail (Uadi-Ash, actual Guadix (provincia de Granada, España), c. 1105/1110 - Marrakech, 1185). Médico, filósofo, matemático y poeta andalusí, contemporáneo de Averroes, y discípulo de Avempace. Participó en la vida cultural, política y religiosa de la corte de de los almohades en Granada. En el núcleo de sus ideas filosóficas se encuentra el problema de la unión del entendimiento humano con Dios.

Por todas partes se extendió la fama de sus conocimientos, disfrutando de la admiración y aprecio de la corte granadina. Fue kátib (secretario) del gobernador de Granada y posteriormente wazir (visir) y médico del príncipe almohade Abu Yaqub Yusuf, quien le distinguió con su amistad, que aprovechó para atraer a la corte a los sabios más eminentes, entre ellos al famoso Averroes.

Su filosofía, como casi todo el mundo islámico, parte del platonismo, pero adaptándose a la mística islámica y como era habitual en la filosofía islámica, conjugando las verdades reveladas por la religión con la especulación filosófica. Recibe el influjo de los primeros introductures del pensamiento de Aristóteles en la filosofía del Islam: Avicena y Avempace.

Escribió entre otras muchas obras: Expugnación de Cafza en África y Risila Hayy ibn Yaqzan fi asrar al-hikma al-mashriqiyya (Carta de Hayy ibn Yaqzan sobre los secretos de la sabiduría oriental), conocida simplemente como El filósofo autodidacto que sigue de cerca El régimen del solitario de Avempace. Es notabilísima esta última por su forma, a la que debe su celebridad. Se trata de un cuento alegórico que se convierte en una parábola de la ascensión mística y los caminos por los que se llega a la Verdad. Es una especie de novela filosófica que recuerda algo al Criticón de Baltasar Gracián.

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